domingo, 27 de julio de 2008

El atropello de la democracia

Se terminó la Asamblea Constituyente mediocre, y ese calificativo es benevolente. Prefiero corregir por uno más exacto: totalitarista, sorda, necia, retrógrada.

He leído la semana pasada algunos articulados del borrador de la constitución (en particular me dirigí a los que más me interesan) y por ahí descubrí algunas "joyas". Ahora, no he leído el original que "entre gallos y media noche" (todo mundo utiliza esta frase, por qué yo tampoco no lo haría) han redactado sin que todo el quórum haya sido el que apruebe la misma. Yo ya de plano, no deseo que gane el sí y no puedo permitir que esto suceda por su bien y el mío.

Tengo algunas dudas del artículo que se refiere al buen vivir porque mañana un estado comunista (tenemos uno cerca: Cuba) podría ser ejemplo de buen vivir, más aún cuando tenemos un presidente acomplejado hablando mal de las instituciones educacionales privadas tildándolas de "clubes" para sus padres de familias y centro de casamiento para sus hijos. Es así cómo el Presidente piensa que al menos NO SE DEBERÍA VIVIR.

Otro artículo, del capítulo 7, referente a los derechos de la naturaleza, me parecen absurdo que el sujeto no tenga responsabilidad. Cito esto porque se nota la poca madurez o tal vez decir mejor, edad de quienes escribieron esto, porque fueron los mismos que han decidido que los ciudadanos de entre 16 y 18 años tengan el derecho al voto facultativo (Art. 63). Una vez más confundieron el sujeto de derecho con obligaciones. Preguntas vienen como: qué responsabilidad tiene una planta que no haya tenido el derecho a florecer; o qué obligación tiene el joven que sufraga con voto comprado. Ninguna. Porque el sujeto aquí de derechos y obligaciones es aquél que vela por los intereses de los anteriormente nombrados: la naturaleza y la juventud. Entonces, debe ser el ser humano quien vele por la naturaleza y por estos adolescentes. Y así pues, por sus obligaciones, el derecho a elegir a quienes gobiernen y preserven estos derechos. Mal hizo la asamblea en poner estos articulados como mal hizo, en acto retrógrado, mantener el voto obligatorio. Ésta era la oportunidad para hacer el cambio (palabra tan morboseada). El voto tan codiciado de la partidocracia ahora hubiera sido un tesoro por merecer.

Finalmente, mi querido Guayaquil ya no tendrá la competencia de sus obras preciadas, una de ellas el Aeropuerto (porque hay más: Registro Civil, educación, salud, etc.). Aquí más claro, y véase su capacidad de lectura comprensiva, transcribo textual:

Art. 261.- El gobierno central tendrá competencia exclusivas sobre:
1. La seguridad nacional.
2. Las relaciones internacionales.
3. El registro de personas, nacionalización de extranjeros y control migratorio.
4. Las políticas económica, tributaria, aduanera, arancelaria; fiscal y monetaria;
comercio exterior y endeudamiento.
5. Las políticas de educación, salud, seguridad social, vivienda,
6. Las áreas naturales protegidas y los recursos naturales.
7. El manejo de desastres naturales.
8. Las que le corresponda aplicar como resultado de tratados internacionales.
9. El espectro electromagnético y el régimen general de comunicaciones y
telecomunicaciones; puertos y aeropuertos.
10. Los recursos energéticos; minerales, hidrocarburos, hídricos, biodiversidad y
recursos forestales.
11. El control y administración de las empresas públicas nacionales.
El ejercicio de las competencias exclusivas del Estado no excluye el ejercicio concurrente
de la gestión en la prestación de servicios públicos y actividades de colaboración y
complementariedad entre los distintos niveles de gobierno.

Si no descubre aquí el daño que podría pasarle a su ciudad, entonces usted es un niño que todavía no quiere dejar la casa paterna (materna si fuera Presidenta) y se afana en creer que su papá es superman y le puede pegar al papá de su amiguito de escuela. Madure si fuera menester.

La democracia ha sido atropellada desde su germinación. Desde que ya te dicen que tengas cuidado de hablar en contra del gobierno y disentir. Yo no quiero callarme porque tengo familia, amigos muy queridos, incluso afines al gobierno, que no desearía que se les revierta sus esperanzas depositadas en Rafael Correa. Esta constitución no es apropiada para los cambios que debemos lograr competir en el SIGLO XXI, para mejorar su estilo de vida, para que usted sea máquina de autogestión, dinero, progreso, bienestar.

domingo, 13 de julio de 2008

Atajos mal dados

¿Qué podría ser más difícil a una vida vegetariana? Decidí tomar un paso más hacía delante. Esta vez, creo que el camino no está aplanado sino de esos poco pavimentados. Pero no iré por atajos. Prefiero un paso a la vez y éste es: intentar no comprar más productos o servicios piratas.

Esta entrada nace ante la propuesta del Ministro de Cultura actual, Galo Mora, de hacer un disco genérico. Esto es, permitir la venta de un CD con precio de un dólar, reproducido desde un original. De este valor se descompondrían en dos centavos para el artista y tres centavos para fomentar la industria discográfica. Lo último, para mejorar la calidad de las grabaciones. Por supuesto, anterior a esto hubo un debate. Artistas fueron convocados. Y la cuestión entonces la quiero empezar con una pregunta. ¿Usted igual compraría piratería aunque fuese legalizada?

No quiero que lea apasionadamente este escrito. Su postura aquí vale mucho para hacer de la balanza lo más justa posible. Los vendedores pretendían que su actividad fuera organizada como si se tratase de una actividad informal. No. Era una actividad ilegal. Desde ahí hay que partir. Productos de mala calidad. Libros. Ropa. Electrodomésticos. Ventas de softwares sin registro de propiedad. la lista es grande. Incluyo también las prácticas no licenciadas como supuestos médicos. Entienda que no es mi interés juzgarle sino más bien, abrirle los ojos (por favor, absténgase comentarios exculpatorios que no soy quién para darle redención). Es un acto ilegal, por más que digan -los que crean estos productos- que el autor gana millones y su ganancia como reproductor pirata sea mínima. Es robo. No se puede crear una sociedad legalizando la delincuencia. Peor aún, cerrarse ante el mundo civilizado donde estas prácticas son deleznables. Los ladrillos de la civilización se acomodan bien si la base de su comunidad fue bien cimentada.

El argumento que suelen dar los gremios ilegales (en Quito al menos) es que dan trabajo a más de 500 familias en el centro capitalino. No se equipara con las pérdidas millonarias que ascienden a más de 66 millones entre los años 1998 y 2005 según el Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual. Sólo en el año pasado, 2007 el total fue de $ 33 millones en el sector discográfico, $ 17 millones en la industria del software y $ 2 millones en el editorial. Y este dinero no va a manos de los pobres, ¿o sí? Una verdadera mafia, no cree.

Ecuador es un país niño, terco en este tema. No quiere crecer y sus países vecinos y lejanos prefieren simplemente ignorarlo. Desecharlo como un mercado seguro para promocionar sus productos. Este gobierno "de manos limpias" (según se vendió y se vende aún) tiene la gran responsabilidad de sentar un presedente
. El precio no puede ser un impedimento para que los pobres accedan a la cultura. Tampoco puede ser pretexto para legalizar la piratería. Y en esto el gobierno, las autoridades pueden proponer soluciones atractivas para las partes interesadas y no tomar atajos de flojos so pretexto de quedar bien con sectores atractivos en campañas electorales.