domingo, 26 de octubre de 2008

Circo de transición

Que la asamblea dictamine nuevos mandatos (el 23 es uno de ellos, para conformar la comisión legislativa transitoria y sus autoriades electorales, etc.) demuestra el curso que quiere llevar. Primero, se atribuye plenos poderes cuando ya no está en una constituyente (por cierto, fue ilegal la atribución de sus poderes plenos llevados a campos no permitidos por el soberano pueblo). Segundo, si está para declarar o derogar leyes, éstas sólo se lo hará creando otras nuevas y no por mandato, según el Art. 120 de la constitución vigente.

Entonces, de qué estamos hablando. Un nuevo circo porque los payasos del ayer están ahora. Contagiados de poder. De sentir que pueden dirigir el barco de nuestras vidas para donde les plazca. No es real que el pueblo decida porque la manipulación de las masas ha sido evidente, tanto (empezando) del gobierno, y cada uno de los actores políticos. En las próximas elecciones generales, veremos campañas en las aulas de los colegios; el absurdo del voto obligatorio no será índice de la elección sino la garantía de los futuros pipones del estado que comprarán como lo han hecho antes, los sectores que sólo procuran un presente, un camino asfaltado, una casa construida, bonos, dinero, camino fácil, etc.

Que esta asamblea de transición tenga plenos poderes (absurdo) y mayoría absoluta realmente, no me asombra. Casi casi me tiene sin cuidado y entiéndaseme bien, que sin el calor de la pasión, no voy a ponerme a llorar. Pero, si es amarillo, tiene alas y dice "cuac" es pato. No me voy a cegar ante estos eventos. No hay apertura sino mesquindad. Avaricia de poder. Una vez más, recalco por si no me expliqué, no me voy a sombrar y me tiene sin cuidado. Soy formador en valores y estos ayudan a la construcción del ser humano. No es romántico ni utópico pero sí es importante que nuestros dirigentes sean los primeros en hacer gala de algunos.

¿A dónde voy entonces con todo esto? Que ustedes noten que el cambio que ustedes querían se ha dado, con diferentes caras. Antes, a las afueras del Congreso no faltaban "lanza piedras" y manifestaciones cuando se veían atropellos a la ley y al pueblo. ¿Dónde están ellos ahora? No se acercarán porque fueron los mismos que votaron por los que ahí están dirigiendo y su vergüenza les impide lanzar la piedra al ente que posicionaron. Igual, es cuestión de tiempo. Como efecto dominó más de uno suele decir: "yo voté por él y ahora me arrepiento". Aplíquese pronto para los demás dirigentes que ahora están en funciones asambleístas.

Por favor, no se arrepienta y agradezca que abrió los ojos. De aquí al futuro entonces, no permita más que nuevos payasos sean los que dictaminen sus leyes. Vote bien.

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