Paradoja de Abilene

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Paradoja_de_Abilene

La paradoja de Abilene se da cuando los límites de una situación particular presionan a un grupo de personas para actuar de una forma que es opuesta a sus deseos individuales. El fenómeno ocurre cuando un grupo continúa con actividades desacertadas que ningún miembro de tal grupo quiere porque ningún miembro está dispuesto a expresar objeciones. Fue observada por el experto en administración Jerry B. Harvey en su libro de 1988 The Abilene Paradox and other Meditations on Management. La denominación de la paradoja viene de una anécdota citada por este para explicar el fenómeno:

Una calurosa tarde en Coleman, una familia compuesta por suegros y un matrimonio está jugando al dominó cómodamente a la sombra de un pórtico. Cuando el suegro propone hacer un viaje a Abilene, ciudad situada a 80 km., la mujer dice: "Suena como una gran idea" (pese a tener reservas porque el viaje sería caluroso y largo, pensando que sus preferencias no comulgan con las del resto del grupo). Su marido dice: "A mí me parece bien. Sólo espero que tu mamá tenga ganas de ir." La suegra después dice: "¡Por supuesto que quiero ir. Hace mucho que no voy a Abilene!"

El viaje es caluroso, polvoriento y largo. Cuando llegan a una cafetería, la comida es mala y vuelven agotados después de cuatro horas.

Uno de ellos, con mala intención, dice: "¿Fue un gran viaje, no?". La suegra responde que, de hecho, hubiera preferido quedarse en casa, pero decidió seguirlos sólo porque los otros tres estaban muy entusiasmados. El marido dice: "No me sorprende. Sólo fui para satisfacer al resto de ustedes". La mujer dice: "Sólo fui para que estuviesen felices. Tendría que estar loca para desear salir con el calor que hace". El suegro después refiere que lo había sugerido únicamente porque le pareció que los demás podrían estar aburridos.

El grupo se queda perplejo por haber decidido hacer en común un viaje que nadie entre ellos quería hacer. Cada cual hubiera preferido estar sentado cómodamente, pero no lo admitieron entonces, cuando todavía tenían tiempo para disfrutar de la tarde.

El fenómeno es una forma de pensamiento de grupo. Se explica por teorías de conformidad de la psicología cognitiva social que sugieren que la especie humana suele sentirse desanimada para actuar en contra de la tendencia del resto del grupo. Del mismo modo, en psicología social se estudia qué motivos ocultos y señales indirectas yacen tras los actos y afirmaciones externos de la gente, frecuentemente porque existen determinados frenos sociales que impiden a los individuos expresar abiertamente sus sentimientos o seguir sus inclinaciones.

Esta anécdota se incluyó en un cortometraje educativo sobre administración. La teoría se usa generalmente para ayudar a explicar decisiones de trabajo extremadamente malas, en especial para criticar la supuesta superioridad de las "reglas de comité". Una técnica mencionada para combatir este mal administrativo, también usada por consultores, es preguntarse "¿Estamos yendo a Abilene?" para determinar si la decisión colectiva es legítimamente adoptada por los miembros del grupo o si es, solamente, el resultado de este tipo de pensamiento grupal.

En resumen, la Paradoja de Abilene postula que en situaciones críticas existe, en el pensamiento gregario, una tendencia a tomar decisiones poco satisfactorias.

Se puede expresar como la falta de asertividad.

Y por quién se votará

Ya casi casi tengo listos mis candidatos para elegir en los próximos comicios. Ahora, solo quiero llamar a la reflexión visto que estamos en un medio público.

Primero, las ofertas se acoplan a mi escala de valores. Por supuesto, es difícil pensar, casi imposible, que los candidatos se van ajustar a lo que yo pienso y deseo pero en definitiva, no podré elegir alguien que sea contrario.

Segundo, también tengo mis propios intereses por alcanzar. A veces, veo muchas personas alinearse al pensamiento de un partido que parece lavado de cerebro. Creo que hay organizaciones que puedan representar los intereses tanto de minorías como mayorías, mas naturalmente el hombre piensa de diferentes maneras que no me atrae para nada el borreguismo.

Finalmente, sea quien quede elegido, por favor, trabajemos en conjunto para alcanzar beneficios mutuos. De todos, de todos los ecuatorianos, de los que también no lo son pero que por ser humanos, por ser naturaleza, hacemos un conjunto de este planeta llamado Tierra.

El robo ya es de todos.

Tres grandes quejas por tres grandes absurdos. Cortesía de un congresillo antipatriota.

El robo no se considerará delito sino contravención simple. La condición para tal estupidez es la no violencia y que el monto robado no pase los $645.  ¿Quién calculó esa cifra? ¿Acaso $644 no son valiosos? Entrar a un domicilio y robarle, abrirle su auto o su caja fuerte y robarle, tomar su cartera sin golper al robado, robar su bicicleta de su casa, robar la computadora de su jefe, etc. Todos son robos. Todos merecen pena. Todos son delitos. En Ecuador, un comisario será quien juzgue quien en el peor de los casos, pedirá una multa de hasta $28. Es real, es lo que pasa.

El cheque sin fondo no será penado cuando el monto no exceda tres salarios mínimos vitales, es decir $654. No más prisión; no más multa de hasta $77. Un insulto a la inteligencia. ¿Recibiría usted un cheque cruzado por $653? El emisor tendrá lo que dure dos días o máximo uno para juntar la cantidad, pero si no, no será un problema obviamente para el dueño de la chequera.

Finalmente, todavía no puedo entender por qué las organizaciones de derechos humanos en el Ecuador no se han pronunciado por los hechos barbáricos producidos por comunidades indígenas de Saquisilí. Hablo en particular del asesinato sistemático de un hombre, quien fuera amarrado, arrastrado, azotado y luego, quemado vivo para que en agonía muriera camino al hospital. Estamos en el siglo XXI. El congresillo aprobó una ley que sin contexto ni sentido de valoración, se condene hasta tres años el delito de odio por raza, orientación sexual, religión, etc.

Una vez más, resumo que no soy experto ni analista político. Soy un ciudadano que tiene acceso a internet y pide la reflexión de hechos reales. No podemos permitir que estos días de nuestras vidas converjan hacia un futuro donde reine el caos. Muchos países pueden ser ejemplo para crecer y otros, también de la tragedia y la miseria. Ecuador puede ser el mejor.