No me gusta que me fuercen a vivir como santo o que me digan lo que me es bueno o malo. No me gusta el estilo paternalista en cualquier entorno que viva. Menos el que soslaya mi libertad.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Cuando la balanza de la verdad tambalea, dejo al lector que ponga el peso adecuado en un extremo para estabilizarla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario