No tenemos que haber vivido lo que Ruanda o Alemania alguna vez vivió si dejamos que aquí en este país se instaure un sistema dictatorial. Ayer en la ciudad de Machala, el mismo Correa se bajó de su medio de transporte para buscar personalmente a la persona que le hubiera agraviado con gestos obscenos. Así, la policía busco y rebusco hasta de forma brutal, subir a la camioneta a un supuesto agresor de nombre Carlos Solano. Pobre hombre. Es que así es la política del miedo y la mentira. Qué coraje que sólo las mujeres ahí presentes hayan levantado la voz. El mismo Carlos se vio atónito ante las cámaras que revelaban el suceso. ¿Por qué también él no expresó en voz enérgica el abuso al cual era sometido? Sólo él me puede responder eso pero en la calle se nota el miedo. No se nos permite discentir. Si no, a la cárcel.
En esta política del miedo, también está la mentira. He visto en películas el efecto perturbador que causa el trato brutal para luego el tenebroso trato amable del terrorista. Sí señores, es película pero llevado a la práctica, ahora el Presidente (no le puedo titural de señor que hay ya pocos) luego se disculpa del maltrato que fuera expuesto. Por favor, ¡en qué país vivimos! No nos venga a engañar Correa que en las cámaras se le vio a usted vehemente en su búsqueda del tipo que ofendiera su majestad. ¿Majestad de dónde? Usted no es rey. Está para servir al pueblo.
En la ciudad de Guayaquil Aminta Buenaño reclamó que se insulte a los concejales. Muy mal por cierto. Ella dijo que este gobierno de la revolución permite la libertad de expresión. Falso. El presidente que pide disculpas. Falso. Pero seguimos aquí en la expresión de lo que nos pasa. Esta es la realidad.
Por eso y por otras más, yo voy el 11 de febrero a marchar. Yo quiero a mi ciudad libre ya que el resto del país se contenta por tres o cuatro migajas. Si mi país no quiere apoyar yo para grandeza de ella empiezo por mi ciudad. Recuerda Ecuador, Guayaquil en su lema reza "Por siempre independiente". Fuimos mal vistos en la primera independencia como separatistas. Mal vistos somos ahora. Pero siempre altivos. Guayaquil, ilustre ciudad por siempre independiente.
La caída de Borrero
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