domingo, 13 de julio de 2008

Atajos mal dados

¿Qué podría ser más difícil a una vida vegetariana? Decidí tomar un paso más hacía delante. Esta vez, creo que el camino no está aplanado sino de esos poco pavimentados. Pero no iré por atajos. Prefiero un paso a la vez y éste es: intentar no comprar más productos o servicios piratas.

Esta entrada nace ante la propuesta del Ministro de Cultura actual, Galo Mora, de hacer un disco genérico. Esto es, permitir la venta de un CD con precio de un dólar, reproducido desde un original. De este valor se descompondrían en dos centavos para el artista y tres centavos para fomentar la industria discográfica. Lo último, para mejorar la calidad de las grabaciones. Por supuesto, anterior a esto hubo un debate. Artistas fueron convocados. Y la cuestión entonces la quiero empezar con una pregunta. ¿Usted igual compraría piratería aunque fuese legalizada?

No quiero que lea apasionadamente este escrito. Su postura aquí vale mucho para hacer de la balanza lo más justa posible. Los vendedores pretendían que su actividad fuera organizada como si se tratase de una actividad informal. No. Era una actividad ilegal. Desde ahí hay que partir. Productos de mala calidad. Libros. Ropa. Electrodomésticos. Ventas de softwares sin registro de propiedad. la lista es grande. Incluyo también las prácticas no licenciadas como supuestos médicos. Entienda que no es mi interés juzgarle sino más bien, abrirle los ojos (por favor, absténgase comentarios exculpatorios que no soy quién para darle redención). Es un acto ilegal, por más que digan -los que crean estos productos- que el autor gana millones y su ganancia como reproductor pirata sea mínima. Es robo. No se puede crear una sociedad legalizando la delincuencia. Peor aún, cerrarse ante el mundo civilizado donde estas prácticas son deleznables. Los ladrillos de la civilización se acomodan bien si la base de su comunidad fue bien cimentada.

El argumento que suelen dar los gremios ilegales (en Quito al menos) es que dan trabajo a más de 500 familias en el centro capitalino. No se equipara con las pérdidas millonarias que ascienden a más de 66 millones entre los años 1998 y 2005 según el Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual. Sólo en el año pasado, 2007 el total fue de $ 33 millones en el sector discográfico, $ 17 millones en la industria del software y $ 2 millones en el editorial. Y este dinero no va a manos de los pobres, ¿o sí? Una verdadera mafia, no cree.

Ecuador es un país niño, terco en este tema. No quiere crecer y sus países vecinos y lejanos prefieren simplemente ignorarlo. Desecharlo como un mercado seguro para promocionar sus productos. Este gobierno "de manos limpias" (según se vendió y se vende aún) tiene la gran responsabilidad de sentar un presedente
. El precio no puede ser un impedimento para que los pobres accedan a la cultura. Tampoco puede ser pretexto para legalizar la piratería. Y en esto el gobierno, las autoridades pueden proponer soluciones atractivas para las partes interesadas y no tomar atajos de flojos so pretexto de quedar bien con sectores atractivos en campañas electorales.

3 comentarios:

GeLiO-AnCoS dijo...

interesante postura, pero cual es tu granito de arena? entiendase como "solucion al problema", que carece este post...

Arquelino dijo...

Gracias por tu comentario. En este caso, mi contribución es concienciar. Tiene efecto multiplicante.

Anónimo dijo...

Pues a mi modo de ver, pese a ser consumidos descarado de la pirateria, estoy conciente como diseñador, que la propiedad intelectual se la debe rescatar urgentemente.
Aqui esto de que todo es de todos viene mucho antes de ser un verde pais....
Viene desde que nos llenamos de prontismo chino y de copias piratas de música y peliciulas.

Por lo que en lo personal, aún que saldria afectado mi bolsillo, y el de cientos de personas que viven de eso.

La pirateria se debe castigar