Pero no dejo de recordar cómo ha sido Ecuador ante sus catástrofes. El reclamo constante es: que nos ayude el estado. Y bueno, claro, así debe ser pero no sé si me explique. ¿Qué nos pasa que no tenemos el empuje individual?
Deseo que Ecuador comprenda que acá no tiene las inclemencias extremas que en otros puntos de Tierra existen. Calor extremo. Nieve extrema. Inundaciones extensas. Maremotos. Terremotos. Volcanes. Y sin embargo decidimos vivir junto al peligro, talar los bosques, los manglares, robar y demás vicios.
Tenemos esperanza de que Ecuador sea ejemplo de superación en tiempos de paz y que sin tiempos de dificultad demostremos el temple que siempre hemos tenido.
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