martes, 2 de diciembre de 2008

Espectativas versus descepción

La decepción va según el grado de esperanza que se tenía al no recibir lo deseado. Poco a poco, esta propaganda llamada Revolución Ciudadana, de poca autoría correísta, destaca sus aristas en forma bien contrastada. Antes habían estremos: pobres versus ricos. Ahora, se apuntan sus flechas en diferentes direcciones.

Vivienda: para qué hablar de aciertos si hay casas que se están cayendo a pedazos. De esas que el estado está financiando. Doble gasto. Burla. Intentos no son logros. Siete patadas al filo del arco son solo patadas de vergüenza mientras no se meta el gol. Ah, cierto, aquí incluyo todas las malas construcciones o pésimas decisiones al retrasar las mismas, y para botón: Las competencias de atletismo recientes en los complejos deportivos de Macas.

Seguridad: en eso, harta tela para cortar. Las responsabilidades de las autoridades parecen esfumarse al pasarse la tea olímpica de quién tiene la culpa. La peor de todas las cosas, durante la semana pasada fue permitir la libertad a ciertos criminales confesos, en el caso del asesinato de un rector de un colegio de Guayaquil. Imperdonable. La historia ya pasó factura y juicio sobre el juez que dio boleta de libertad. Para otras cosas bien que hay lentitud y burocracia pero para esto, sí hubo prestanza y agilidad.

Educación: en mi ciudad hemos tenido lo que podría decir cierto nivel de educación pero ni que fuera del todo bueno. Por lo que entiendo y leo, el estado quiere tomar protagonismo al ser responsable de la infraestructura de los colegios y escuelas de esta ciudad. No sé si el resto del país también reciba carta dedicada en este asunto (asumo que sí) pero no he escuchado todavía ningún grito o queja. Claro, como siempre, la actitud de muchas ciudades es: dejen que papá centralismo haga todo. Me molesta la falta de decisión de hacer cosas, incluso sin que venga la ayuda.

Entonces, a dónde voy. Creo que acá hay un balance que percibo -obvio que mi subjetividad es la que juzga- así: quien no se sienta afectado por lo anterior, feliz con el gobierno. Quien esté directamente afectado, en contra. El resto: solo observantes que con mil ideas en la cabeza podrán hablar (bla bla bla) pero sin tener el corazón involucrado. Yo me voy a incluir en uno de esos grupos que ve al estafado por el Gobierno Central y que espera su turno desde lejos (yo sé que el efecto dominó tiene que afectarme tarde o temprano).

Lo último que vi en las noticias es que ahora, el estado, quiere encargarse de SOLCA. Quiere eliminar este impuesto que más de una vez habremos visto por ahí en alguna factura. Yo la veo cuando hago préstamos.

Yo soy pobre. Lo digo porque tengo mis limitaciones. No puedo comprarme lo que quisiera porque el dinero no me alcanza. Pero tampoco vivo en la miseria y al menos tengo el pan de cada día. Incluso, con esfuerzo logro darme ciertos lujos (este blog e inflar la tarjeta de crédito para pagarme internet en casa). Veo a los que tienen mucho menos que yo contentarse de las promesas y demás sonrisas de este gobierno. Ojalá puedan tener un espíritu más crítico. Agradecer las ayudas reales y no lo que mi padre diría: pan para hoy, hambre para mañana.


Lo he visto antes en la historia y sé que caen los gobiernos totalitarios tarde o temprano. Caen. Por supuesto mientras tengan vida sus dictadores. Ecuador no puede darse el lujo de ser estúpido y más estúpido día con día. Es hora de levantarse y pedir de pie lo que necesite; agradecer de pie lo que necesite y exigir mucho más de pie cuando eso le falte.

domingo, 26 de octubre de 2008

Circo de transición

Que la asamblea dictamine nuevos mandatos (el 23 es uno de ellos, para conformar la comisión legislativa transitoria y sus autoriades electorales, etc.) demuestra el curso que quiere llevar. Primero, se atribuye plenos poderes cuando ya no está en una constituyente (por cierto, fue ilegal la atribución de sus poderes plenos llevados a campos no permitidos por el soberano pueblo). Segundo, si está para declarar o derogar leyes, éstas sólo se lo hará creando otras nuevas y no por mandato, según el Art. 120 de la constitución vigente.

Entonces, de qué estamos hablando. Un nuevo circo porque los payasos del ayer están ahora. Contagiados de poder. De sentir que pueden dirigir el barco de nuestras vidas para donde les plazca. No es real que el pueblo decida porque la manipulación de las masas ha sido evidente, tanto (empezando) del gobierno, y cada uno de los actores políticos. En las próximas elecciones generales, veremos campañas en las aulas de los colegios; el absurdo del voto obligatorio no será índice de la elección sino la garantía de los futuros pipones del estado que comprarán como lo han hecho antes, los sectores que sólo procuran un presente, un camino asfaltado, una casa construida, bonos, dinero, camino fácil, etc.

Que esta asamblea de transición tenga plenos poderes (absurdo) y mayoría absoluta realmente, no me asombra. Casi casi me tiene sin cuidado y entiéndaseme bien, que sin el calor de la pasión, no voy a ponerme a llorar. Pero, si es amarillo, tiene alas y dice "cuac" es pato. No me voy a cegar ante estos eventos. No hay apertura sino mesquindad. Avaricia de poder. Una vez más, recalco por si no me expliqué, no me voy a sombrar y me tiene sin cuidado. Soy formador en valores y estos ayudan a la construcción del ser humano. No es romántico ni utópico pero sí es importante que nuestros dirigentes sean los primeros en hacer gala de algunos.

¿A dónde voy entonces con todo esto? Que ustedes noten que el cambio que ustedes querían se ha dado, con diferentes caras. Antes, a las afueras del Congreso no faltaban "lanza piedras" y manifestaciones cuando se veían atropellos a la ley y al pueblo. ¿Dónde están ellos ahora? No se acercarán porque fueron los mismos que votaron por los que ahí están dirigiendo y su vergüenza les impide lanzar la piedra al ente que posicionaron. Igual, es cuestión de tiempo. Como efecto dominó más de uno suele decir: "yo voté por él y ahora me arrepiento". Aplíquese pronto para los demás dirigentes que ahora están en funciones asambleístas.

Por favor, no se arrepienta y agradezca que abrió los ojos. De aquí al futuro entonces, no permita más que nuevos payasos sean los que dictaminen sus leyes. Vote bien.

domingo, 5 de octubre de 2008

De persona a persona.

El domingo último de septiembre viajé a la capital por trabajo y bueno, más de uno pensaba darme sus condolencias por la derrota del no ante el referéndum de la nueva constitución. Bromas iban a expensa mía. Las tomaba con mucha altura y no dejaba incluso de seguir con una sonrisa cada una de ellas. Yo tengo clara mi postura y pienso que no es conveniente para el país la constitución que ha sido aprobada mas no puedo quedarme en el pasado sorteando posibles triunfos de haber hecho esto o aquello para que el resultado haya sido diferente. No y no es conveniente para nadie vivir así. Estoy consciente que el ser humano tiene muchos derechos. La Organización Mundial de las Naciones ha declarado algunos que deben ser conculcados por la sociedad: libertad, propiedad, educación, vida, etc. Esta constitución algunos no los garantiza en forma clara.

Entramos a nuevos tiempos pero no significan que sean novedosos. Antes el ser humano ha visto la tiranía pintada en diferentes tonos, misma aprobada por el pueblo y revocada por otros del mismo. No quiero decir que ahora vivamos una (sin que tampoco signifique lo contrario). No es el punto de este escrito. Sino que la palabra cambio por cambio no conlleva ningún adjetivo positivo.

No sé de leyes y me siento más perdido a la hora de hablar de economía. Sé que vivo ahora en una sociedad, en un estado que cuida penalmente sus tributos a través de Rentas Internas. Un país que se jacta de regalar al pobre dinero, duplicar sus bonos, ofrecer créditos (simbólicos o no), y experto en criticar la postura ajena que no vaya alineada a sus intereses. Al mismo tiempo, que el extranjero no ve garantías para invertir, que el precio de la canasta se ha encarecido y las oportunidades laborales se reducen a sueldos ridículos. Qué puedo hacer. No aparecerá un "chapulín colorado" pero sí sé que la voluntad del individuo es multiplicante cuando está consciente, alerta.

El trabajo de hormiga, de persona a persona, es el que me gusta más. No soy de tarimas porque me podría caer (más que físicamente en una burrada intelectual con sabor de craso error). El reto de estar frente a frente, incluso si la razón me dice que es una pérdida de tiempo, es el camino apropiado para la educación de personas que puedan cuestionarse los derechos del prójimo, del conciudadano, del entorno, de sí mismo.

Una vez aprendí que no vale discutir con el pensamiento contrario porque resulta en la afirmación del otro en nuevos argumentos que radicalizan su postura. Pero también aprendí que si no me expongo al debate, mis ideas podrían perder un lenguaje más contemporáneo. Así, bienvenida la discusión, la duda. Y que así, de uno a uno que en apertura se construya este país.

Yo espero que el próximo presidente logre lo que éste no. Reunir a una sola nación y arengar fuerzas para trabajar juntos. Que Ecuador llegue a ser un país ubicado en el mapa por sus oportunidades de negocio y que nos convirtamos realmente en la tierra madre a la cual tanto migrante anhela volver.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Yo voto sí...

... porque qué se creen estos pelucones desgraciados, de turismo por países como Japón, o de paseo por Europa.

No señor, hasta cuando tanta oligarquía. Para qué se van del país a estudiar cuando es suficiente la universidad de mi ciudad. Y carreras pendejas: abogacía, informática, medicina. Si ya hay muchos. O para qué pagar hospitales privados cuando tenemos los mejores hospitales del estado. ¿No ven? Recién fue inaugurada LA MEJOR sala en uno de ellos.

Y que venga el sucre. Que se vaya el dólar que no sirve para nada porque mi moneda es la que conocí y recibí de mis padres. No necesitamos pagar a estos países extranjeros sus deudas explotadoras. Basta vivir de las riquezas de mi país.

Me pudren estos pelucones que se dedican a esos deportes de maricones como el surf o el tennis cuando el fútbol es del pueblo, del barrio. A ver si saben lo que es comer bien: los agachaditos o el calentado del día anterior. Pero no. Sólo se meten a sus restaurantes aniñados de centro comercial.

Por eso voy a votar sí. Porque ahora la riqueza de estos será repartida para todos. El bono fue duplicado y de ahí tendré más ahora que por fin la patria ya es de todos. O más bien dicho, voto sí porque yo sí creo en Correa. Tiene una linda sonrisa.

...

Ya no puedo más. Lo siento pero traté de transcribir el sentir de más de uno me ha conversado cuando me da sus motivos del sí. Otros por absurdos resentimientos. Cada quien lo suyo es mi frase. Sé que hay cosas más importantes que elegir una nueva constitución. En serio... hay cosas más importantes. Yo seguiré viviendo. Realmente. Sea con la constitución que sea. Mi libertad, me la conculquen o no, la haré respetar siempre. Pronto celebraremos 200 años desde que se pensó liberarse de la injusticia que LEGALMENTE estaba instaurada por España. Guayaquil fue ejemplo de civismo. Ejemplo actual de progreso.

Sé que muchos votan por ignorancia y otros movidos por el calor de la pasión. No todos son cerebro. Otros son emociones, sentidos y pasión.

Los mejores deseos Guayaquil.

domingo, 24 de agosto de 2008

Novela presidencial

- Señorita, respete la majestad presidencial. No sea majadera. Nosotros somos más, 400, y la podemos mandar a callar.
- Pero usted no es majestad. Es sólo presidente. Porque hasta donde sé, no es ni dios ni rey. Menos tiene la condición de admirable o de respeto.
- Claro que tengo respeto. Todo el Ecuador está para respetarme. Los enmantelados, los alza manos, los caza tiburones, los ladrones que me aplaudieron en la cárcel. Todo el que fue comprado con una promesa conveniente me respeta. ¡Qué memoria! Por favor, ¡cuánta necedad!
- Pero usted entonces se olvidó de que me envió a la casa de la verga. O, ¿que me llamó vieja?
- Por supuesto que yo no pude jamás llamarla así. No tengo memoria para esas ridiculeces. Me fijo más si algún idiota se atreve alzar su mano contra mí.
- Insisto, usted no tiene majestad. Aunque actúa como todo un rey que nada hace por su pueblo. Casas que nunca construyó en el tiempo previsto, retroceso del progreso comparado con los países hermanos, imitando la necedad de Venezuela e idolatrando Cuba.
- Cállate bestia salvaje, gordita horrorosa. Más que seguro eres una pelucona que no quiere vivir de las migajas que logré doblar en el bono de la miseria. Seguro quieres acaparar riquezas explotando gente que no quiere trabajar. Gente que quiere ser dependiente de mi gobierno centralista.
- He visto el futuro y usted ya fue juzgado. No logró nada. Heredó a sus hijos la vergüenza de sus actos.
-
Guardias, saquen a esta mijita de su papá. Por suerte yo no soy como León Febres-Cordero si no, ya la habría mandado a torturar.

domingo, 10 de agosto de 2008

Camino Empedrado

Primero unas debidas disculpas para quienes con mucha gentileza ingresan a este espacio para leer mis entradas. La pasión por los temas de interés social se ha diludido por otros no menos importantes que han -con justa razón- acaparado mi atención.

Camino hacia Las Peñas, acá en Guayaquil, desde la Cdla. La Alborada, miraba con nuevos ojos la Terminal Terrestre. Luminosa (era de noche), grande, nueva, limpia (una característica que descansa al alma). Taxistas afuera esperaban calmados y organizados un posible cliente. A su vez, conversaba con quién me hacía la carrera sobre el posible resultado del próximo referéndum. Es leyendo una columna de Gabriela Calderón por quién aprendí a tomar la temperatura de la sociedad a través de los taxistas.

Salieron muchos temas. Yo por mi parte suelo preguntar a ellos cuánto tiempo han vivido en Guayaquil y si recuerdan los cambios (para bien o mal) y sobre todo, sus progresos.

Es diferente hablar en tiempo pretérito, presente, futuro. El modo le da otro color (aquí una lección gratis de castellano). El indicativo es real. El subjuntivo potencial (posible). Los políticos que me hablen en indicativo me dan más confianza. Puedo discutir claramente sus posturas. Por el contrario, los discursos en subjuntivo me dan aversión (sin querer aquí acudir a la sentencia apocalíptica de las náuseas que siente el dios cristiano por los tibios) porque son irreales y juegan con la percepción. De buenas intenciones está el infierno empedrado. ¿Recuerda usted propuestas de campañas que adoquinen este camino?

Yo me siento a gusto en mi ciudad viendo la parte llena de su botella (la vacía me la reservo de comentar). De otras ciudades desconozco los lugares seguros. En Guayaquil puedo dar fe al visitante dónde puede transitar con un generoso porcentaje de baja delincuencia. La capital costeña tiene elementos muy positivos de facto: transporte masivo, excelentes terminales de transportación, atractivos turísticos (vaya que los hay), herencia heroica. Guayaquil es como ciudad una escuelita imitable de ejemplo. Incluso de envidia y de la buena. Recalco lo imitable y no lo envidiable. La actitud del perro del hortelano tenemos que desterrarla. Yo deseo que Santo Domingo tenga el mejor Registro Civil descentralizado; Machala un aeropuerto Intercontinetal (por qué no); Manta el mayor puerto del país (insisto por qué no); Babahoyo el índice más bajo de delincuencia; y aquí ponga la ciudad que usted guste con el más alto porcentaje de turismo

En la Perla del Pacífico se respiran obras. Suelo decir que las gestiones positivas no necesitan ser aplaudidas porque son obligación de los encargados de turno el realizarlas. Ahora, cambié un poco esta manera de pensar. Considerando la memoria frágil de nuestro pueblo, necesitamos, debemos recordar. Esto, para cimentar el criterio de elección responsable. Para evitar que buenos "deseos" me pongan adoquines hacia el infierno.

domingo, 27 de julio de 2008

El atropello de la democracia

Se terminó la Asamblea Constituyente mediocre, y ese calificativo es benevolente. Prefiero corregir por uno más exacto: totalitarista, sorda, necia, retrógrada.

He leído la semana pasada algunos articulados del borrador de la constitución (en particular me dirigí a los que más me interesan) y por ahí descubrí algunas "joyas". Ahora, no he leído el original que "entre gallos y media noche" (todo mundo utiliza esta frase, por qué yo tampoco no lo haría) han redactado sin que todo el quórum haya sido el que apruebe la misma. Yo ya de plano, no deseo que gane el sí y no puedo permitir que esto suceda por su bien y el mío.

Tengo algunas dudas del artículo que se refiere al buen vivir porque mañana un estado comunista (tenemos uno cerca: Cuba) podría ser ejemplo de buen vivir, más aún cuando tenemos un presidente acomplejado hablando mal de las instituciones educacionales privadas tildándolas de "clubes" para sus padres de familias y centro de casamiento para sus hijos. Es así cómo el Presidente piensa que al menos NO SE DEBERÍA VIVIR.

Otro artículo, del capítulo 7, referente a los derechos de la naturaleza, me parecen absurdo que el sujeto no tenga responsabilidad. Cito esto porque se nota la poca madurez o tal vez decir mejor, edad de quienes escribieron esto, porque fueron los mismos que han decidido que los ciudadanos de entre 16 y 18 años tengan el derecho al voto facultativo (Art. 63). Una vez más confundieron el sujeto de derecho con obligaciones. Preguntas vienen como: qué responsabilidad tiene una planta que no haya tenido el derecho a florecer; o qué obligación tiene el joven que sufraga con voto comprado. Ninguna. Porque el sujeto aquí de derechos y obligaciones es aquél que vela por los intereses de los anteriormente nombrados: la naturaleza y la juventud. Entonces, debe ser el ser humano quien vele por la naturaleza y por estos adolescentes. Y así pues, por sus obligaciones, el derecho a elegir a quienes gobiernen y preserven estos derechos. Mal hizo la asamblea en poner estos articulados como mal hizo, en acto retrógrado, mantener el voto obligatorio. Ésta era la oportunidad para hacer el cambio (palabra tan morboseada). El voto tan codiciado de la partidocracia ahora hubiera sido un tesoro por merecer.

Finalmente, mi querido Guayaquil ya no tendrá la competencia de sus obras preciadas, una de ellas el Aeropuerto (porque hay más: Registro Civil, educación, salud, etc.). Aquí más claro, y véase su capacidad de lectura comprensiva, transcribo textual:

Art. 261.- El gobierno central tendrá competencia exclusivas sobre:
1. La seguridad nacional.
2. Las relaciones internacionales.
3. El registro de personas, nacionalización de extranjeros y control migratorio.
4. Las políticas económica, tributaria, aduanera, arancelaria; fiscal y monetaria;
comercio exterior y endeudamiento.
5. Las políticas de educación, salud, seguridad social, vivienda,
6. Las áreas naturales protegidas y los recursos naturales.
7. El manejo de desastres naturales.
8. Las que le corresponda aplicar como resultado de tratados internacionales.
9. El espectro electromagnético y el régimen general de comunicaciones y
telecomunicaciones; puertos y aeropuertos.
10. Los recursos energéticos; minerales, hidrocarburos, hídricos, biodiversidad y
recursos forestales.
11. El control y administración de las empresas públicas nacionales.
El ejercicio de las competencias exclusivas del Estado no excluye el ejercicio concurrente
de la gestión en la prestación de servicios públicos y actividades de colaboración y
complementariedad entre los distintos niveles de gobierno.

Si no descubre aquí el daño que podría pasarle a su ciudad, entonces usted es un niño que todavía no quiere dejar la casa paterna (materna si fuera Presidenta) y se afana en creer que su papá es superman y le puede pegar al papá de su amiguito de escuela. Madure si fuera menester.

La democracia ha sido atropellada desde su germinación. Desde que ya te dicen que tengas cuidado de hablar en contra del gobierno y disentir. Yo no quiero callarme porque tengo familia, amigos muy queridos, incluso afines al gobierno, que no desearía que se les revierta sus esperanzas depositadas en Rafael Correa. Esta constitución no es apropiada para los cambios que debemos lograr competir en el SIGLO XXI, para mejorar su estilo de vida, para que usted sea máquina de autogestión, dinero, progreso, bienestar.

domingo, 13 de julio de 2008

Atajos mal dados

¿Qué podría ser más difícil a una vida vegetariana? Decidí tomar un paso más hacía delante. Esta vez, creo que el camino no está aplanado sino de esos poco pavimentados. Pero no iré por atajos. Prefiero un paso a la vez y éste es: intentar no comprar más productos o servicios piratas.

Esta entrada nace ante la propuesta del Ministro de Cultura actual, Galo Mora, de hacer un disco genérico. Esto es, permitir la venta de un CD con precio de un dólar, reproducido desde un original. De este valor se descompondrían en dos centavos para el artista y tres centavos para fomentar la industria discográfica. Lo último, para mejorar la calidad de las grabaciones. Por supuesto, anterior a esto hubo un debate. Artistas fueron convocados. Y la cuestión entonces la quiero empezar con una pregunta. ¿Usted igual compraría piratería aunque fuese legalizada?

No quiero que lea apasionadamente este escrito. Su postura aquí vale mucho para hacer de la balanza lo más justa posible. Los vendedores pretendían que su actividad fuera organizada como si se tratase de una actividad informal. No. Era una actividad ilegal. Desde ahí hay que partir. Productos de mala calidad. Libros. Ropa. Electrodomésticos. Ventas de softwares sin registro de propiedad. la lista es grande. Incluyo también las prácticas no licenciadas como supuestos médicos. Entienda que no es mi interés juzgarle sino más bien, abrirle los ojos (por favor, absténgase comentarios exculpatorios que no soy quién para darle redención). Es un acto ilegal, por más que digan -los que crean estos productos- que el autor gana millones y su ganancia como reproductor pirata sea mínima. Es robo. No se puede crear una sociedad legalizando la delincuencia. Peor aún, cerrarse ante el mundo civilizado donde estas prácticas son deleznables. Los ladrillos de la civilización se acomodan bien si la base de su comunidad fue bien cimentada.

El argumento que suelen dar los gremios ilegales (en Quito al menos) es que dan trabajo a más de 500 familias en el centro capitalino. No se equipara con las pérdidas millonarias que ascienden a más de 66 millones entre los años 1998 y 2005 según el Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual. Sólo en el año pasado, 2007 el total fue de $ 33 millones en el sector discográfico, $ 17 millones en la industria del software y $ 2 millones en el editorial. Y este dinero no va a manos de los pobres, ¿o sí? Una verdadera mafia, no cree.

Ecuador es un país niño, terco en este tema. No quiere crecer y sus países vecinos y lejanos prefieren simplemente ignorarlo. Desecharlo como un mercado seguro para promocionar sus productos. Este gobierno "de manos limpias" (según se vendió y se vende aún) tiene la gran responsabilidad de sentar un presedente
. El precio no puede ser un impedimento para que los pobres accedan a la cultura. Tampoco puede ser pretexto para legalizar la piratería. Y en esto el gobierno, las autoridades pueden proponer soluciones atractivas para las partes interesadas y no tomar atajos de flojos so pretexto de quedar bien con sectores atractivos en campañas electorales.

lunes, 30 de junio de 2008

Cruces del camino

No soy político. No me considero mucho menos líder en esta área y por eso me doy la libertad de equivocarme olímpicamente en mis opiniones. Tonto el que pueda apegarse a una de ellas. Y ojo que no es disculpa sino más bien advertencia al incauto.

¿De qué quiero hablar? Ahora mismo estuve esperando a una persona que llegase a casa pendiente que nada malo le hubiera pasado en el camino. Ella misma me contó que mi papá se había preocupado de que llegase a su destino segura y por eso, había llamado al domicilio donde iba a estar en una cena. Es decir, ya los guayaquileños tenemos todo un sistema de acciones y patrones que serían absurdos en otras sociedades e incluso indelicados por demasiada curiosidad e intromisión.

Aquí vivo, en la ciudad de Guayaquil. Donde ahora la gente se preocupa de mirar dos, tres, cuatro veces y a todo lado deseando que no sea presa de un asalto. Mucho menos de un caso criminal. Nadie, y entiéndase bien, nadie sale de su casa pensando que se convertirá en víctima. La prudencia quiere evitarla pero no esperarla. Y al ver el periódico no dejo de pensar el asalto que los familiares de un victimado recibieron cuando le robaron la vida de su ser amado.

Nadie lo niega. Ecuador no es un país seguro. No sea tonto usted que es de otra ciudad pensando: "Eso es problema de Guayaquil porque acá en Quito somos cultos" (aplíquese a otras ciudades). Vale hacer la comparación de la pierna que se burla de la mano gangrenada, contenta de que no le pasa lo mismo por ser más cuidadosa. Por qué algo así siento en este país. Lo experimento así cuando un conductor me trae desde Ventanas y al llegar a mi ciudad suelta toda clase de quejas hacia la misma sin siquiera pasar un lapso prudencial de vivencia. Por suerte, Ventanas me pareció linda como ciudad pero nadie se quejó que hablase bien. Yo acá salto si hablan mentiras de mi querida casa.

Pero qué la produce. Caminé y bueno, podría ser la pobreza más no es la razón. Pensé un poco más y atiné a exagerar en posibles mafias deseosas de matar a diestro y siniestro. Tampoco me convenció como origen de tanto crimen. Seguro pasaron también: desempleo, miseria, etc. Al final, como razón última me dije que todo tenía origen en una de las anteriores: la falta de puestos de trabajo. Pensé en el más despiadado, desalmado contando su dinero, sin dejar pasar algo para su casa, para su hogar. Será que abriendo más plazas, más oportunidades laborales, más empresas y movimiento de capital en el mercado, más demanda de profesionales, ¿la delincuencia bajaría a porcentajes nunca pensados? No sé. Y más preguntas se me amontonan en fila.

Mientras tanto, atranco bien la puerta antes de dormir. Dos vueltas al cerrojo de la puerta exterior y claro, seguros a las interiores. Alarma en mi automóvil. No regreso por el mismo camino siempre. Las altas horas de la noche están destinadas al descanso y no para caminar.

Falta decisión de cooperación. Nuestro alcalde ha dicho que la corporación para la seguridad ciudadana no fue solicitada por la policía y que si ellos no desean, no pueden hacer nada. Entonces, si así hubiera sido con el alcantarillado, ¿también se hubiera quedado de brazos cruzados? Lo mismo con la competencia de las calles y la pelea del puente aquél. Falta realmente deseo. De parte y parte. Del gobierno porque textualmente su gobernador en el Guayas se congratulaba de haber quitado "el protagonismo" al municipio; y por su lado, el cabildo de no ponerse bien los pantalones y pedir la competencia o pelear por el bien del tercero que en este caso son sus ciudadanos guayaquileños. Acá nos estamos muriendo y gente que no quería morir.

Desde el escritorio la muerte es un número cómodo. No se acostumbre que usted podría ser el próximo.

domingo, 8 de junio de 2008

¿Y si gana el no?

Creo que no recibí o perdí el memo que explicaba lo que era el famoso candado constitucional que anterior al tiempo de la Asamblea Constituyente, evitaba que se hicieran reformas a nuestra Carta Magna. Si alguien fuese tan amable de explicarme, pero en palabras planas, para oídos de pueblo que en esta entrada me sería útil para lograr algunas soluciones.
¿Y si gana el no? Esa es mi pregunta. Si en el referéndum, el pueblo se pronuncia negativamente al trabajo en consenso realizado por los señores asambleístas, ¿qué haremos luego los ecuatorianos? Por supuesto, no quedarnos cruzados de brazos. Entramos en una corriente de cambio y tropezar con una represa que quiera frenar esta fuerza sería fatal. Definitivamente, la constitución tendrá que ser reformada para que se contextualice a los cambios que estamos experimentando en aspectos sociales, económicos, tecnológicos, etc. Tal vez, para empezar esta entrada más apropiadamente, puedo imaginar los diferentes entornos de una respuesta negativa.
La primera, un presidente cobarde que renuncia a su puesto porque no sabe o no cree poder trabajar con condiciones no gratas a su gestión y sin la mayor herramienta de su lado. Es decir, una Constitución hecha a la medida de sus necesidades. Me doy cuenta que "la mentira repetida mil veces se convierte en verdad" cada vez que el Econ. Correa habla. Cuando dice, por ejemplo, que la delincuencia (por citar uno de tantos), está bajando (en particular en Guayaquil) cuando los que vivimos en la ciudad (él no) sabemos que no podemos andar, sea de día sea de noche, tranquilos y libres. Estoy seguro que a estas alturas de la repetida amenaza "si no es como yo quiero, renuncio", más de un adepto a tal idea está favorable al pensamiento de un primer mandatario renunciante. Otro desacierto más cortesía de la mediocridad. Un cambio más que se necesita hacer en la constitución nueva. No permitir que cualquiera pueda llegar a sentarse en potenciales tronos de oligarquía. Y así, llego a mi segundo escenario ficticio.
El congreso será restaurado y el pueblo no querrá que regrese la antigua estructura tan repudiada. Se tomarán atribuciones, con la diferencia que si bien antes teníamos un presidente con constantes señas de resentimientos sociales (a los ricos, a los opositores), veremos un congreso lleno de resentidos. Un mal grande para el país es la polarización de poderes. Tres en concreto que no tienen fórmulas contemporáneas para que puedan trabajar en sinergia. Es importante, que así como el poder ejecutivo, también otras instancias de poder (incluso ya vemos la ridícula potencia en manos del Tribunal Electoral al destituir a los diputados inconstitucionalmente) no puedan acaparar el timón de destino de esta barca llamada país. Una nueva carta constitucional no puede hacerse con fecha límite sino que por sentido común, porque el ser humano es sujeto de cambio, tiene que prever la constante evolución de los tiempos y espacios, del pensamiento y el querer, de los seres en modo universal.
Soy educador y una de las premisas que suelo poner en el salón de clases (físico y virtual) es: los problemas se quedan en la puerta; las soluciones y el diálogo son bienvenidos. Ante una situación (o varias), existirán tres, cuatro, miles de posibles maneras de llegar al éxito. Este país necesita más creatividad, más apertura de mente. Menos temor del fracaso y del error (ambos controlables) para atreverse a intentar a propuestas (insisto, propuestas y no imposiciones) que permitan educar al pueblo.
Estoy seguro que en un mundo de colores básicos, la existencia del verde podría ser utópico, el morado podría ser blasfemo, y el naranja retrógrado. Pero están ahí, existen y el país no puede cerrarse a tres miserables maneras de pensar. Necesita ver la riqueza de los colores y en su belleza.
Si gana el no, podría pasar algo no contemplado aquí. Y si gana el no, ¿qué podría pasar?

domingo, 1 de junio de 2008

Lo mío, lo tuyo, lo nuestro

Art 1.-Tipos de propiedad y Función Social. Para la organización de la economía y la sociedad. El Estado reconoce y garantiza la existencia y el derecho a la propiedad en sus diversas formas: privada, comunitaria, estatal, social, cooperativista, pública y mixta. Todas deberán cumplir la función social y ambiental.

Y yo me pregunto como ya todo el Ecuador responsable lo está haciendo: ¿qué es función social y ambiental? Por supuesto, cualquiera podría esgrimir una idea pero yo sin ser experto ni lego, sé que en leyes nada se presume.

Claro está, hay una glosa a tal artículo que pide (ojo que el verbo en mención es: deber) que la propiedad satisfaga las necesidades de la sociedad. O sea, mi cepillo de diente, mi automóvil, el periódico que compro, el televisor que usted tenga último modelo "deberán" satisfacer las necesidades de la sociedad. Esto va en contra de cualquier principio inherente al ser humano (véase los derechos humanos declarados por la ONU y la OEA).

Desde ahí, ya tengo un no claro. No puedo permitir que el día de mañana el terreno que tengo comprado en la playa me sea expropiado porque es para satisfacer mis necesidades de esparcimiento.
Ya bastante esfuerzo fue pagar poco a poco ese solar que ahora venga un vago, sin más razón que su decidia para quitármelo. Más de uno de izquierda pueda decir que el principio de justicia de los pobres pide que ceda mi espacio. No es exageración cuando tenemos un presidente que insulta a los adinerados (y a cualquier ignorante también). Y de ahi, el resentimiento social crea la ilusión que cualquiera que tenga más que yo es oligarca.

Si es de mejorar ese artículo en la constitución, ¿por qué no quitan la última oración? Es mejor hacer otros que protejan las necesidades de la sociedad así mismo como el entorno de tal manera que estas obligaciones no vengan de la propiedad sino del individuo que las posee. Creo que los impuestos son una forma de redistribuir la riqueza. Existen mecanismos para que la sociedad se beneficie a través del esfuerzo del individuo. Están los incentivos tributarios. Se pueden crear una constitución con orientación social preparando el terreno para que la misma tenga trabajo, educación, salud. Ellas no parten de la propiedad de por sí, sino de otros generadores como son en primera instancia el ESTADO, la empresa privada, la inversión extranjera, etc. Estas estructuras nuevas tienen olor a comunismo. Me uno a la voz de otros que estamos retrocediendo con esta asamblea si siguen redactando estos articulados.

Es mi deseo que el debate de la asamblea permita que argumentos inteligentes tengan su espacio, sin restricciones de política ni agendas presidenciales. El arma que tengo para defender mis derechos NATURALES es mi voz y la capacidad de conscientizar a otros para llegar a un voto responsable en el próximo referéndum.